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en momentos donde los Enciso recojen a su hermano menor
Faustino, al fondo el sol de los venados. |
(Historia Local) El Catire, el negro Fausto, así le decían los parientes y amigos, oriundo de las tierras llaneras San Martineras, de tez trigueña y de estatura 1.67, nacido el 24 de noviembre de 1917, de típico semblante recio y del valor que identifica al llanero San Martinero.
En su niñez y parte de su juventud tuvo que ser regalado a los Tejada y Rondón, estos señores eran de buena riqueza económica y de alta alcurnia y lo trataban como en tiempos de la esclavitud todo esto con motivo de que su mamá doña Julia Ortiz, pudiera vivir con su nuevo marido don Atanislao, también de apellido Enciso, Con el tiempo sus hermanos mayores se dieron cuenta de esto, lo reclamaron y lo llevaron para donde unos parientes Rubín y Facundo Enciso donde ganó para comprar sus dos primeros caballos, sus aperos, ropa, una hamaca y una mulera.
En una ocasión en una cacería, en un hueco donde se esconden las lapas, lo mordió una culebra de las llamadas riecas, le inmovilizó parte de los dedos de la mano derecha hecho que lo tuvo casi que al borde de la muerte.
Después de sacarlo de los hatos la Pampa y la Novilla; de Rubín y Facundo Enciso, pudo llegar donde su mamá doña Julia, traído por sus hermanos Ignacio, Francisco “pachito” y Cristóbal. Al morir Atanislao, en su hato llamado “el naranjal” hato que llevaba ese nombre por tener mucho frutal de naranjo. Se expandieron y fundaron al otro lado del Iraca, un hato al que llamarón “el Kuper”, junto con su hermano Cristóbal hicieron un horno aquellos tiempos era muy usual construir hornos con barro, que en los tiempos festivos, de celebración del San Pascual Bailón y en especial de semana santa hacían los llamados amasijos.
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| Tía Epifania y mi abuela Mercedes |
Hizo unión con Mercedes Parra, tuvieron seis hijos, Epifanía, Carlos Julio, Hernán Marleny. Erasmo y Germán más tarde se trasladaron, para la finca que luego llamaría “Curalito”, justamente al borde del barranco donde termina la banqueta e inicia la majestuosa vega del rio Ariari, es decir, en la parte que ahora es la cabecera municipal de Fuentedeoro. Ellos le denominaban al lugar como
la costa del Ariari.
La bisabuela Julia, en el hato, el Kuper, siempre acostumbraba hacer a cada uno de sus nietos, unos panes o galletas con figuras de animales nativos del Llano, lo que hizo que se hiciera como una tradición para ellos en esos tiempos. Ella elaboraba bizcochuelos y galletas en forma de gallinas, peces, animales nativos como; el chacure, el gurre, la lapa, la danta y el cajuche también preparaba platos típicos llaneros como; el pan de arroz, los tungos, arepas de arroz, machuque y majule especialmente en semana santa porque eran días de respeto por aquellos tiempos. No se podía golpear duro, ni trabajar, ni mal decir, aun en los días especiales no se podía bañar en los caños.
De Naranjal pasando el caño Guadualito, a mano izquierda, abajo del hato San Antonio, que es la derivación del nombre original del pueblo. En este sector, hacia el sur existían unos corrales hechos de estantillos de corazón y encerrados en latas de chuapo, amarrados con bejucos finos donde embarcaban el ganado en su tiempo propicio para otras partes como Villavo y la capital. Este hato era propiedad del doctor Argaña San Martinero.
Por ese lado más abajo, estaba un hato “los aceites” de unos señores que les decían los polacos, llamados así, por que en verdad eran de origen polaco. Llagados a estas tierras tras la segunda guerra mundial.
El catire, junto con su esposa se adentraba a la costa del Ariari con indígenas correguajes y guahibos abriendo trochas con picas hasta llegar al rio Ariari para descombrar y hacer cementeras de yuca, plátano, caña y maíz donde los cajuches, en cientos los hacían encaramar a los arboles y bejucos hasta que se cansaban y luego mataban a los más grandes. Habían dantas, zainos, gurres, lapas, chacures, tigres, tigrillos, guacamayas, loros de todas las variedades, y pajuiles.
El pescado de cuero, los indígenas lo sacaban y lo catiaban cortándole en la parte de arriba, sabían si estaba gordo o lo dejaban ir, el pescado de mucha variedad como la cachama, el yamú, el bocachico, el cabece manteco o el pallala.
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El Catire, Faustino Enciso, cuando se construía la vía
al río Ariari por el sector de Puerto Izquierdo hoy puerto Poveda |
En la parte de abajo, donde actualmente es el matadero antes del paraje la luna existió un asentamiento indígena, Cuando comenzó la violencia que asesinaron a Jorge Eliecer Gaitán, Al Catire, pastoreando noventa y ocho cabezas de ganado criollo san martinero, lo avistaron la policía chulavita y lo apresaron junto con su hijo, Carlos Julio, que llevaba en ancas del caballo. Lo encarcelaron en San Martin, luego los llevaron a Villavo, donde duraron más de seis meses como prisioneros. Junto con su hijo Carlos Julio, se salvaron milagrosamente de que los mataran esos chulavitas, siempre veían en las filas como escogían a los cachiporros (liberales) y los iban sacando en volquetas, y luego, los asesinaban simplemente por ser liberales. Así mataron a sus hermanos el primero en ser asesinado fue Cristóbal, el segundo Ignacio y como tercero Francisco, llamado cariñosamente “pachito” a quien lo mataron los chulavitas aguas abajo del caño Cural por el borde de barranco, cerca de la casa del abuelo.
A Erasmo, hermano del catire, siempre fue un dedicado al trabajo de la vaquearía y en uno de esos trasegares entre San Antonio, San Martin y Villavo llevando ganado criollo, para la capital de la intendencia del Meta, en el rio Guayuriba fue encontrado ahogado.
En una ocasión y, de noche llevando unos cerdos para San Martin y por aprovechar lo fresco. Salió de naranjal, pasó por el caño Iraca y siguiendo por el camino ganadero que venía de la serranía y subir y encontrarse con el que venía de Boquemonte y al pasar por la Reforma fue donde le salió la
bola de fuego, sintió mucho susto, muchos nervios y mucho miedo solo con esos cerdos por esas sabanas, lo que hizo fue encomendarse a Dios y rezar y la tal bola de fuego fue pasando y se fue alejando de donde él estaba.
Una creencia que cuando enfermaba un niño, realizaba un ritual a San Pascual Bailón, que consistía en una ceremonia religiosa, se colocaba el niño en una mesa, todo de blanco y adornado donde oraban y bailaban alrededor sin tomar bebidas alcohólicas.
El caserío de San Antonio, cuando se fue poblando más, pasó a ser corregimiento de San Antonio de Ariari del municipio de San Martin intendencia del Meta. En 1960 paso hacer elevado a categoría de municipio pero ya con el nombre de Fuentedeoro. Por ese entonces ya existía un pasero, que era el que pasaba la gente, la comida y los plátanos hacia San Martin por el rio Ariari, en canoas de madera de
cara-caro, que el mismo fabricaba, de nombre Francisco Izquierdo Morán, considerado como el pasero mayor, el pasero más antiguo y más conocido como el negro Izquierdo de origen vallecaucano.
El lugar, por donde el negro Izquierdo, hacia el cruce de las personas y de plátano, la gente lo empezó a llamar como Puerto Izquierdo y antes conocido como el camino San Juanero.
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el abogado Rafael Poveda Alfonso, diputado de
la intendencia del Meta en el año 1959, miembro consultor
de la creación del municipio de Fuentedeoro en 1960. |
Con la llegada del abogado Rafael Poveda Alfonso, fue elevado a municipio de Fuentedeoro, por ser una tierra muy rica en sus suelos.
A la salida del pueblo, frente a los tanques que están ahora a mano derecha, su cuñado Pablo Morales, tenía una finca, llamada el Hato con una inmensa laguna también llamada el hato.
El capitán Dumar Aljure, valiente defensor de los pobres del partido liberal, en la llamada violencia de 1948, como causa de la muerte del gran líder liberal Jorge Eliecer Gaitán, acaecido en Bogotá D.C.al firmar la paz y entregar las armas en la finca Cantaclaro de San Martin, Guadalupe Salcedo en desacuerdo con los demás liberales fue asesinado en Bogotá D.C. Dumar Aljure, continua viviendo en el sitio llamado como el Rincón de Bolívar, con el tiempo fue atacado por la tropas del Gobierno de la época y Aljure y se suicida.
Trabajó también con las compañías petroleras de la Rubert y la Shell.
Faustino Enciso Ortiz, días antes de su muerte soñó conversando con dos ancianos como si fuera real y una niña hermosa y divina le obsequiaba una flor blanca, soñó mirando regueros de arroz, aferrándose una vez más a nuestra tierra promisoria .
Soñó, con un lote de cerdos, en su finca Zanja de Raya, con una vaca llamada “la mariposa” que le había dado don Bitaliano Buitrago, en parte de pago de un lote de terreno. El murió un lunes 10 de junio de 1996, a las 2 de la mañana en la clínica Servimedicos de Granada.
Escrito por,
El pacato campeador
(Seudónimo)
