LA CEIBA, EN LA LUNA UN ICONO PARA FUENTEDEORO Y EL ARIARI.

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FOTO TOMADA POR JAIRO PARRADO.........

lunes, 22 de julio de 2013

PESEBRE HECHO CON CALCETA DE PLÁTANO: HISTORIA LOCAL POR INSY BRIGITH HENAO ÁNGEL DEL SEMILLERO

PESEBRE HECHO CON CALCETA DE PLÁTANO

El pesebre ganador departamental 1998.

La profesora Ofelia Pérez enseña a los niños del kínder del colegio San Antonio del Ariari, hace treinta y tres años. Nació en Fusagasugá (Cundinamarca). Tiene 54 años, llegó al pueblo a los 8 años, es decir, lleva 46 años viviendo en Fuentedeoro; su primaria y secundaria la hizo en la Escuela Subteniente Segovia, aquí en el pueblo, y en el Colegio Cooperativo; su carrera de Pedagogía, la hizo en la ciudad de Villavicencio.
“La profe”, como le dicen, tuvo la imagen en su pensamiento, “un pesebre de calceta de plátano”; corría el año de 1998 y se acercaba la Navidad. Todos los años la profe lidera la elaboración del pesebre, con un material diferente. “Ese año no se me borra, ganamos $10.000.000, era el primer puesto a nivel departamental; con esta platica compramos los instrumentos de las bandas marciales de los dos colegios del
municipio”. La idea se le ocurrió un día en la finca, cuando su esposo Ramón Ricardo Vélez, miembro de una de las familias fundadoras del pueblo, estaba cortando plátano. Ella y otras señoras empezaron a buscar vástagos que les sirvieran para los cuerpos, a cortar y secar la calceta para los vestidos, y hojas y semillas para los adornos. “Fue un trabajo muy bonito, de un momento a otro los personajes empezaron a tomar forma”, dice la profe.

Ella, hace tres años, dictó un curso de elaboración de artesanías con calceta en el pueblo, para la comunidad, pero fueron muy pocas las personas que se empeñaron y que se interesaron.

Durante la elaboración del pesebre, una tarde, mientras arreglaban algunas de las casitas, Sonia, una vecina de la profe que le ayudaba en el proceso, vio que una de las figuras, la del rey Melchor, volteó la cabeza hacia donde ella estaba. Sonia gritó de un momento a otro y corrió hacia donde estaba la profe Ofelia.

–¿Qué pasó? –preguntó la profe.

–Ese muñeco se movió y me miró –dijo Sonia  señalando a Melchor. La profe soltó una carcajada, pero de reojo miró el muñeco y sintió un escalofrío. Sin embargo, Sonia continuó con su trabajo.

Ese día, el día en que venían los jurados a calificar el pesebre, la profe se arrodilló frente  a la casa que representaba su casa y con más devoción que de costumbre, pues era una petición especialísima, le oró a la Virgen para que les ayudara y les “hiciera el milagrito”, aunque no era tan milagro porque el trabajo que habían realizado lo merecía, de ganar el primer puesto a nivel departamental.

La profe y sus ayudantes también han hecho pesebres con piedras, chatarra, cartón, botellas y costal, entre otros materiales. La elaboración con calceta le dejó muy buena
impresión por su facilidad de manejo y sobre todo por la identidad que transmite para propios y extraños. Ella y su equipo nunca han cobrado, ni han recibido un peso por su trabajo, lo único que han obtenido es la satisfacción del deber cumplido y la alegría de ver a los fuentedeorenses visitando el pesebre y admirando su trabajo.
Cuando necesita calceta para trabajar, la profe se va para la finca. Allí tiene plataneras. Se lleva un cuchillo bien afilado, escoge calcetas gruesas, de buen color y sin manchas o heridas.

Me contó que jala la calceta de la parte superior para despegarla y con el cuchillo la corta en la parte de abajo. Luego de sacar las secciones de calceta, las seca a la sombra en tamaños de acuerdo a su necesidad. Les echa clorox y formol, las deja secar y ya quedan listas para hacer cualquier arte a base de calceta.

ESCRITO POR 

Insy Brigith Henao Ángel





Brigith Henao Ángel

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