LA CEIBA, EN LA LUNA UN ICONO PARA FUENTEDEORO Y EL ARIARI.

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FOTO TOMADA POR JAIRO PARRADO.........

martes, 1 de julio de 2025

EL CAÑO CURAL Y EL ACCESO AL AGUA DE UN PUEBLO LLANERO ARIARENSE EN MEDIO DE LA ESCASEZ Y LA ABUNDACIA


Palo cruzao en el caño Cural

En la inmensidad del llano en el territorio del Ariari y clavado en un banco de sabana está el municipio de Fuentedeoro, al sur del departamento del Meta donde llama mucho la atención el caño cural y sus memorias de acceso al agua en verano y primavera, periodos en los cuales escasea y abunda el preciado líquido. El cural es un caño veranero y llanero tal vez fue bautizado así cuando los lugareños aún no tenían iglesia y menos casa cural.

Las memorias del agua afirman y confirman sobre la escasez y la abundancia las primeras memorias recuperadas y contadas por terceras personas dicen que “Collazos” en los años sesenta era llamado “el acueducto del pueblo” quien vestía de pantalón y camisa caqui y en su cinto siempre portaba un machete envainado, él era en los años sesenta quien llevaba las cartas a San Martin “el correo humano” y "el acueducto del pueblo”, a los habitantes del caserío  “Collazos” les llevaba a sus ranchos de bahareque y techo de palma el agua en timbos, para el consumo, el corría hacia el parque, lo que por esos días no era más que un potrero, en el centro estaba el jagüey, es por eso que el árbol de samán no quedó en el centro del parque, algo que es muy usual verlo en los pueblos del llano, al lado del jagüey estaba un calabozo y más a su izquierda estaba el samán, el árbol emblemático del parque.

Las memorias de los Enciso, los de la vereda el porvenir en particular doña Nora quien cuenta que en Fuentedeoro, a los caños de la parte norte los llaman como cural y guadual, mientras que los lugareños en la parte de abajo a estos caños los llaman “curalito” y “guadualito” es paradójico esto, porque los caños en su recorrido recogen más agua y crece su caudal. En los años 70 los días domingo salían de la finca en caballos bien aperados al vecino pueblo de Granada a comprar la remesa para el mes, todas las veces subían rumbo al norte bordeando primero el caño guadual de color turquesa y luego se pasaban a la ribera del cural que se convertía en una de las señas para llegar a Granada tenían que llegar a un punto de vegetación de sabana que bautizaron como los morichales de “la tamayera” repleto de esta la palma nativa y agua por doquier donde se considera como el nacimiento del caño cural, al encontrar esta señal del palmas nativa sabían que tenían que cambiar de rumbo en su recorrido y cogían con sus bestias al occidente hacia donde está la figura pétrea del indio acostado o cacique Camajagua patrimonio en la sierra de la Macarena para llegar a Granada, al granero y comprar la remesa.

El caño cural aguas abajo en su recorrido de norte a sur en la vereda el porvenir en su entorno nos muestra unos lugares inéditos para pescar el yamú, chubanos, guarupayas y mojarras en su seguidilla están los charcos para echar un buen baño y en su parte más baja y más cerca al pueblo está la confluencia de dos caños el caño seco que se une al cural y sigue como cural  a tan solo cien metros abajo esta la bocatoma desde donde se bombeaba el agua para las viviendas hoy ya no está en uso y nos muestra las piedras amarillas propias de un caño sabanero en el llano, lo rodean los beberos y comederos del ganado, las libélulas rojas y mojaculos mi parte favorita, su vegetación es única con orquídeas de color violeta que caen como por bejucos, somos hijos de un paraíso el caño cural es una maravilla natural que nos pertenece y sus aguas van para la cuenca hidrográfica del Orinoco principal motivo que nos hacer ser llaneros.


Escrito por: Jairo Parrado Enciso



Aquí nace el caño cural en la morichera la tamayera.

Comedero cerca al caño Cural. foto Jairo Parrado

Caño cural a su paso por  en la bocatoma 



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