Foto Río Ariari, foto recuperada, foto que data del año de 1985, mes de enero en plena estación de verano.
Estrategia de recuperación de memoria para el municipio de Fuentedeoro
Foto Río Ariari, foto recuperada, foto que data del año de 1985, mes de enero en plena estación de verano.
12 Encuentro Municipal de la Memoria Fuentedeoro - Meta Noviembre 26 de 2022.
Lugar. Estadero donde Aleida.
LA ULTIMA VEZ QUE VÍ A MI
TÍO ÁLVARO
La ultima vez que ví a mi tío Álvaro, comimos mantecadas en una panadería de Granada, echamos rulo, nos reinos, y de paso medio una piña. La época de las piñas dulces de mi tío siempre las voy a recordar eran las mejores y no escatimaba en escoger las más buenas para mí. Le gustaba la música llanera, de hecho la cantaba y hacia copla. Siempre estuvo con su sombrero y su pinta de llanero percho y una vez me contó que se fue para la sierra de la Macarena con un combo de 4X4 . Yo no podía creer la hazaña me habló de carreteras escondidas y parajes que jamás yo me habría imaginado por las llanuras selváticas del Meta.
Un personaje mi tío. Hay otras cosas locas que él hizo como andar a toda velocidad con una volador prendido, totiando y echando chispas en los festivales de mí pueblo. Para algunos puede ser algo vandálico, pero yo lo veo como una excentricidad digna de recordar.
Por alguna razón siento que él está feliz, en algún lugar del universo, andando a toda velocidad echando chispas en medio de las estrellas.
Por Gisela Ramírez Espinosa
Poema llanero : Ariari de mis amores autora y declamadora Gladys Espinosa Londoño
En la inmensidad del llano en el territorio
del Ariari y clavado en un banco de sabana está el municipio de Fuentedeoro, al
sur del departamento del Meta donde llama mucho la atención el caño cural y sus
memorias de acceso al agua en verano y primavera, periodos en los cuales
escasea y abunda el preciado líquido. El cural es un caño veranero y llanero
tal vez fue bautizado así cuando los lugareños aún no tenían iglesia y menos
casa cural.
Las memorias del agua afirman y
confirman sobre la escasez y la abundancia las primeras memorias recuperadas y contadas
por terceras personas dicen que “Collazos” en los años sesenta era llamado “el
acueducto del pueblo” quien vestía de pantalón y camisa caqui y en su cinto siempre
portaba un machete envainado, él era en los años sesenta quien llevaba las
cartas a San Martin “el correo humano” y "el acueducto del pueblo”, a los habitantes
del caserío “Collazos” les llevaba a sus
ranchos de bahareque y techo de palma el agua en timbos, para el consumo, el
corría hacia el parque, lo que por esos días no era más que un potrero, en el
centro estaba el jagüey, es por eso que el árbol de samán no quedó en el centro
del parque, algo que es muy usual verlo en los pueblos del llano, al lado del
jagüey estaba un calabozo y más a su izquierda estaba el samán, el árbol
emblemático del parque.
Las
memorias de los Enciso, los de la vereda el porvenir en particular doña Nora quien
cuenta que en Fuentedeoro, a los caños de la parte norte los llaman como cural
y guadual, mientras que los lugareños en la parte de abajo a estos caños los llaman
“curalito” y “guadualito” es paradójico esto, porque los caños en su recorrido recogen
más agua y crece su caudal. En los años 70 los días domingo salían de la finca en
caballos bien aperados al vecino pueblo de Granada a comprar la remesa para el
mes, todas las veces subían rumbo al norte bordeando primero el caño guadual de
color turquesa y luego se pasaban a la ribera del cural que se convertía en una
de las señas para llegar a Granada tenían que llegar a un punto de vegetación
de sabana que bautizaron como los morichales de “la tamayera” repleto de esta la
palma nativa y agua por doquier donde se considera como el nacimiento del caño
cural, al encontrar esta señal del palmas nativa sabían que tenían que cambiar
de rumbo en su recorrido y cogían con sus bestias al occidente hacia donde está
la figura pétrea del indio acostado o cacique Camajagua patrimonio en la sierra
de la Macarena para llegar a Granada, al granero y comprar la remesa.
El
caño cural aguas abajo en su recorrido de norte a sur en la vereda el porvenir
en su entorno nos muestra unos lugares inéditos para pescar el yamú, chubanos,
guarupayas y mojarras en su seguidilla están los charcos para echar un buen
baño y en su parte más baja y más cerca al pueblo está la confluencia de dos
caños el caño seco que se une al cural y sigue como cural a tan solo cien metros abajo esta la bocatoma
desde donde se bombeaba el agua para las viviendas hoy ya no está en uso y nos
muestra las piedras amarillas propias de un caño sabanero en el llano, lo rodean
los beberos y comederos del ganado, las libélulas rojas y mojaculos mi parte
favorita, su vegetación es única con orquídeas de color violeta que caen como
por bejucos, somos hijos de un paraíso el caño cural es una maravilla natural
que nos pertenece y sus aguas van para la cuenca hidrográfica del Orinoco
principal motivo que nos hacer ser llaneros.
Escrito por: Jairo Parrado Enciso
Desde niño demostró habilidades histriónicas. Aunque tenia una leve dislalia en la voz se atrevió a declamar con entusiasmo “ la viuda de mi compadre” en el estrado del entonces colegio cooperativo de Fuentedeoro en 1980, De la nobleza envidiable hacia más favores de los que recibía, Creció en una familia disfuncional y llegó a la edad adulta con la convicción de que había que sorberse la vida sin incomodos límites. Así que con sus amigos en la ciudad de Granada se hizo notar por hacer bromas sanas y otras no tan sanas. El alma de las fiestas. Luego se desvarió trato de sentar cabeza y a fe que lo intentó recurriendo las sendas del Casanare en el oficio de comerciante. Volvió después a Granada como “ extranjero ” con sombrero texano y camisas de explorador que junto con su figura maciza y altiva le dieron un perfil que lo hacía inconfundible. También sabia muchas cosas del LLANO, verseaba, declamaba, participaba en torneos de coleo con su infaltable sombrero. El comercio de frutas era lo suyo, así que se convirtió en un ícono de Granada verlo en su camioneta Nissan con el platón lleno de piñas, naranjas y cuanto fruto encontraba en las trochas más lejanas. Se levantaba todos los días a las 3 am en una jornada que iba hasta las 11 de la noche. Dos hijos tenía: la encantadora Mariana y el talentoso Stiven. Pero tenía una propensión genética hacia la hipertensión que avanzó porque él se preocupaba más por los demás que por sí mismo. Dieta, descuido y estrés aceleraron el mal y hoy el Ariari lamenta su muerte prematura por sus dones sociales, por su generosidad, por su estampa de hombre.
Al venir la crisis con el primer preinfarto,
manejó la camioneta hasta el hospital con tal de no mortificar a nadie. Así era
el Hombre del Sombrero. Hasta siempre Alvarito, le harás falta a mucha gente y
nunca morirás mientras te llevemos en el corazón.
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Imagen San Pascual Bailón |
Tía Ana? dice Fausto, Mercedes y yo estamos muy preocupados porque uno de nuestros hijos está muy enfermito, pensé en hablar con usted….Erasmito está muy enfermo, entonces la tía Ana profesa su inmesa devoción al santo español hagamos una fiesta a San Pascual Bailón…, ¡hagámosla! es comienzo de mayo ya casi llega ese día, el día del santo 17 de mayo, como buenos llaneros organizan la fiesta para alumbrar al santo, a San Pascual Bailón, hubo bebida, comida baile y música de cuerda con Gildardo y Rafico, también carne asada, amasijos hasta tamales comida en abundancia y familia. En la fiesta se le pide al santo que cure al niño, el niño baila con su pareja alrededor de la mesa donde está el santo, los demás niños y los adultos bailan también alrededor de la mesa, se bebe, se come y en su nombre todos los parientes, invitados, trabajadores y llaneros que se hacen presentes en la fiesta piden por la salud del niño y así se anima el festejo que se extiende hasta la mañana siguiente.
Pasaron ocho días luego del festín, cuando iban para el fundo de zanjeraya montado en su caballo “negro” con su primo Victor, los dos iban humando tabaco, Erasmo se bajó del caballo pata abrir el broche del caño Irique, y de pronto sintió que se ahogó, el humo de tabaco le dar una tos muy fuerte, lo que hizo que el niño botara de su boca una especie de anillo metálico que tenía en su garganta mejorando así su estado de salud y sus colores en las mejillas, ese fue el milagro que le hizo San Pascual Bailón, Al niño Erasmo.
Así lo contó muchos años después Víctor, “el chueco”, también de la familia, ¡Un remedio a flote!
Según el santoral católico la fecha de
la fiesta a San Pascual bailón, es el 17 de mayo.
Escrito por Jairo Parrado Enciso
Investigador, gestor, creador cultural y bloguero,
ARIARI COCINAS
El Ariari, es una tierra de contrastes que muestra la cultura de sus
habitantes, es un territorio mítico donde la cordillera oriental da paso a la
llanura que transforma el territorio en
una nueva planicie que desde hoy debería llamarse LLANOS DEL ARIARI, tierra
plana que está al sur del departamento del Meta.
La cocina del Ariari pretende ser evidente a la diversidad humana, étnica y
cultural que existe en el territorio para promover el reconocimiento,
transmisión, salvaguarda y difusión de las prácticas y los conocimientos de
producción, alimentación y cocina de la campesinidad de la provincia del
Ariari.
Así inicia el relato don Vitelmo Velásquez un sanmartinero vecino del
Ariari sobre sus memorias del río, sonriendo recostado en su mecedora de mimbre
y acomodando su sombrero. Ariari significa Vámonos vámonos así le decían los Guayaberos al río “cuando entraban
y salían del río” venían en verano y su venida coincidía con el florecimiento
del flor amarillo, árbol endémico e insignia del llano sabían que era hora de migrar para dar la bienvenida a la
nochebuena con los “blancos” y hacer sus rancherías a la orilla del río para
pescar, relata perdiendo su vista en un punto invisible sin mirar nada.
Entreverando en las memorias de mi infancia recuerdo las primeras idas a la
finca de mi papá Osías Parrado allá en la vega de la isla en el alto sardinata se
llamaba “Brisas del Ariari” me abrazaba a las matas de plátano en medio de esas
plataneras estables que ya no existen ¡QUE MATONONES! ¡DE VERDAD!
Recuerdo el machuque y el majule de plátano maduro de la cocina de mi madre
sanmartinera. También el sancocho con chonque y cilantrón de la vega que
prepara doña Nora, cerca al caño Guadual en la finca el guadual.
Estos tres platos de la cocina tradicional con sus prácticas desde los
fogones generaran arraigo, identidad y pertenencia en los Ariarenses para
contar sus historias desde las ya pisadas memorias y sus reproducciones para
hacer posibles innovaciones.
Descubriendo así al Ariari como un territorio de tentación.
Jairo Parrado Enciso
Investigador